domingo, 17 de junio de 2012

El valor de la salud


Ayer, día 17 de junio del 2012, todos me vieron bailar, me vieron sonreir, me vieron escribir cosas bellas y hermosas de la vida, me vieron pensar en mi hermoso futuro, me vieron jugar con mi perrita totalmente lejos de lo que era el miedo, y me vieron en santa paz conmigo misma. No porque me esté pasando nada raro, nada extravagante. Simplemente estaba feliz. Y me sentía bien. Decidí mantener esa actitud siempre. 
¿Recuerdan que una vez escribí "Creo que ser una persona sana, fue como otorgarme en bandeja de plata la llave a ser una un mundo de oportunidades, posibilidades, y a un destino incierto que yo misma iré escribiendo a través de los que serán mis largos años de vida"?
Sin embargo, hoy no amanecí así. Hoy al despertarme, sentí un horrible dolor de cabeza. Maldito dolor de cabeza, maldito malestar, maldita fiebre, maldita enfermedad. Maldita intranquilidad. Malditos nervios. Maldita ansiedad. Maldito el temblor de mis manos.
El propósito de este escrito, es que se entienda el valor de la salud. Ayer me sentía bien, estaba sana, y me dí la oportunidad de ser libre y feliz dentro de cuatro paredes, y lo hice. Repito: Estaba sana. 
Hoy planeaba hacer de mi día completo, lo mismo que fue la noche de ayer. Pero el malestar que tengo me lo impidió. Pero los ánimos los tenía. Las ganas no me faltaban, en serio. Pero intenté moverme infinita cantidad de veces, y el dolor de cabeza me lo impedía.
Tenía las ganas, tenía la energía. ¿Qué es lo que no tenía?
Mi salud. La salud es lo primordial, y aquella llave para permitirme realizar todo lo que me propongo. Por eso quiero que entiendan que ustedes son personas sanas. Aprovéchenlo. Hagan de su vida una fantasía. No desperdicies la salud que tú tienes y otros no en irte a dormir sin sueño, en pasar todo el día aburrido, o bien, permitir que te invada y bloquee la tristeza.
Si supieras... Si supiéramos cuántas personas en el mundo quieren ser felices, pero no tienen la salud para hacerlo... Hombres y mujeres ricos, pero ricos de verdad, no como esos famosos de la televisión, que tienen tanto dinero, son humildes, son buenas personas, y sin embargo no tienen la salud para hacer de su vida algo pleno y hermoso.

Si la tienes, aprovéchala.


Sabrina A. Jackson Gallagher

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